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¿Por qué fabricar el packaging in house?

 

¿Por qué fabricar el packaging in house?

 

Tener un packaging atractivo es un activo imprescindible para cualquier marca que deba estar posicionada en un lineal de gran consumo.

Ya hace años que en marketing se llama primer momento de la verdad al momento en que el cliente se encuentra frente al producto que está en un lineal, en ese momento el packaging será el vendedor silencioso que hará que el cliente decida comprarlo o no hacerlo.

Así, el packaging se convierte en una inversión totalmente estratégica para muchas empresas cuyo mercado pasa por la gran distribución y por la presencia del producto en un lineal.

 

Aunque muchas de esas empresas tienen un gran conocimiento de la fabricación de su producto, no lo tienen de la fabricación del packaging asociado, lo que las lleva a que su primera decisión sea externalizar la fabricación, el envasado, o ambos en una empresa de servicios especializados.

Pero tratándose de un proceso que hemos establecido como estratégico ¿no debería tenerse en cuenta la posibilidad de fabricarlo in house?

 

La fabricación del packaging in house, si bien presenta la barrera que supone la compra y el aprendizaje de la maquinaria asociada, puede resultar muy rentable para la empresa tanto a nivel económico, de marketing, logístico o de control de calidad.

A nivel económico, en función de los diferentes tipos de packaging y de las cantidades que se deban fabricar, el coste de hacerlo in house permite recuperar la inversión de la maquinaria en un periodo que puede oscilar entre los 3 y los 7 años.

A nivel de marketing la empresa tendrá capacidad de crear diseños personalizados que permitan que el producto tenga más visibilidad una vez ubicados en un lineal.

También, desde el punto de vista logístico y de control de calidad se pueden esperar beneficios realmente importantes:

  1. Se fabricará el packaging en función de las necesidades de producción con lo que no se deberán almacenar grandes cantidades de pakaging vacío..
  2. Mejorará la capacidad de gestión de la producción y de servicio a los clientes al no depender de terceros.
  3. La empresa podrá controlar al 100% la calidad de su producto acabado mejorando la imagen de éste, tanto para su cliente como para el cliente final.

La decisión sobre una inversión de este tipo es compleja sin duda, pero teniendo en cuenta estos puntos es cuantificable y puede suponer una ventaja importante tanto en las operaciones como en la imagen y las ventas.